La fiesta del cachirul. El torneo nacional juvenil, Benito Juárez 1981-1985.Un buen parámetro para el fútbol yucateco .
Por Gabriel Zapata Bello
El fútbol mexicano tuvo destacadas
participaciones en los torneos juveniles de Toulon y de Cannes Francia a
mediados de los años 70 así como en las Olimpiadas de Múnich 1972 y Montreal
1976.
El punto máximo de nuestro fútbol juvenil, se
dio en el I Campeonato Mundial de la categoría celebrado en Túnez en 1977 en el
cual se llegó a la final y se perdió por penales contra la Unión Soviética .
Para los siguientes campeonatos mundiales
juveniles en 1979 y 1981, México acudió, sin embargo, su participación fue muy
pobre ya que no logró superar la primera fase, habiendo obtenido en ambos
certámenes a 2 empates y 1 derrota respectivamente , sin ninguna victoria.
Para el siguiente evento internacional al que
debió acudir nuestro representativo juvenil , la Olimpiada de Moscú 1980, se
evidenció el escaso trabajo tanto en juveniles tanto en fuerzas básicas como en
el sector amateur , ya que fuimos eliminados por Estados Unidos y Costa Rica.
Durante el periodo 1981-1985, Yucatán , salvo en
el caso de 1984, acudió a todos los certámenes nacionales juveniles Benito
Juárez .
Para el IX Torneo Benito Juárez 1981 la AFEYAC
designó como director técnico a Leonel Traconis asistido por Eduardo Urzaiz. EL
seleccionado yucateco, se conformó con algunos jugadores que ya habían debutado
en primera fuerza, pero mayoritariamente con jugadores. producto de la recién
creada Liga Intermedia .
Selección Yucatán Juvenil BJ 1981 estuvo integrada por
los siguientes jugadores: Jorge Barrera Rivas, Carlos Saiden Osorio, Miguel,
Garcia Acosta, Alvarez, Escalante Martínez, Pedro Cruz Marrufo, Luis Leal Arévalo,
Arturo Diego Molina, Alfredo Preve Castro, Lucio Cervantes, Jesús Palma Durán,
Orlando Moreno Gomez, Wilberth Navarrete, Enrique Ayala Sosa, Juan Emilio
Aguilar Quijano, Leonel Vargas Alonso, Edgar Conde y Jorge Ávila Quintal. (Foto cortesía Edgar Conde.)
Si bien, el representativo yucateco no pasó de
la primera fase, los resultados hicieron pensar a los mandos locales, así como a los periodistas del medio que Yucatán “había dejado de ser el patito feo” en el
fútbol juvenil nacional.
Se obtuvieron 2 victorias, la primera por 3 a 2
contra Durango con dos tantos de Alfredo Preve y uno de Juan Emilio Aguilar;
posteriormente por 3 a 0 contra Campeche con goles de Jorge Avila, Pedro Cruz y
Orlando Moreno.
Sin embargo, en el siguiente juego, tocó la
selección de Jalisco, campeona defensora del torneo anterior, a quienes en un
juego bastante cerrado, les bastó una buena jugada del tapatío Néstor de la
Torre quien sirvió con ventaja a Martín Vázquez quien anotó , para dar el
triunfo a los jaliscienses por 1 a 0, mandando a casa a los yucatecos.
De la Torre y Vázquez protagonistas del juego,
eran - como la mayoría de los jaliscienses - reservas del Guadalajara y de la U
de G, por lo que un año después debutaron en Primera División Nacional .
Para la siguiente edición del torneo , el balompié
local se durmió en sus laureles , pensando que la inercia del decoroso papel de
la selección juvenil 1981, nos conduciría en automático a otras buenas
actuaciones .
En los siguientes meses y semanas todo el mundo
del fútbol local se enfocó a mirar la llegada del profesionalismo de 3a
División a nuestro medio y se desatendió el sector amateur .
El X Torneo Benito Juárez se jugó del 20 al 28
de febrero de 1982, en el DF.
La selección yucateca estaba integrada por
Miguel Martínez y Martín Moguel, porteros; Saúl, Palma, Jorge Aguilera, Wilbert
Parra, Gabriel Ayuso, Mario Navarrete y Edilberto Leal, defensas; José
Monjiote, Ulises Varguez, Jose Chan, Felix Herrera, Miguel Zapata y Luis
Alonzo, mediocampistas; los hermanos Jorge y Arturo Aviles, Alejandro Novelo y
Ricardo Abraham, delanteros. La base de la oncena era predominantemente
modelista.
El conjunto yucateco tuvo escaso trabajo de
preparación ya que se conformó con apenas mes y medio anterior a la cita
nacional.
El Director Tecnico fue Jorge Gonini Evia, quien
anticipó-que a pesar de que el conjunto tuvo resultados aceptables en partidos
de preparación contra equipos locales de tercera división y escuadras de
primera fuerza- “un buen resultado sería superar la primera fase del torneo”.
Sin embargo, ya la sobre el césped se vio la
realidad: se debutó con una derrota 0-1 contra Guerrero, posteriormente un
empate a 2 tantos contra Morelos y se cerró con una derrota 1-2 frente a Oaxaca
, habiendo quedado rotundamente eliminados desde el segundo partido y ante
rivales de escasa tradición futbolística.
Un balde de agua fría para las gentes de
pantalón largo y corto del medio futbolístico local quienes nuevamente vieron
la abismal distancia entre el trabajo de menores y fuerzas básicas del fútbol
del altiplano y del occidente del país y el de nuestro Estado.
El único seleccionado yucateco que se salvó de la quema lo fué el mediocampista modelista José Monjiote Isaac Domi, quien por su actuación en el Benito Juárez fue convocado a la Preselección Juvenil por el entrenador Felipe Rebollar y estuvo concentrado casi año y medio con dicho representativo.
En virtud de que el III Campeonato Mundial Juvenil 1983 se efectuaría en México, tanto federativos como el sector amateur nacional trataron de hacer cambios e innovaciones en las competencias juveniles nacionales para adecuarse a los estándares de la FIFA .
Ese fue el caso del torneo nacional Benito Juárez para jugadores de hasta 18 años 11 meses .
En virtud de que la FIFA adoptaría a partir de esa fecha, ya no la categoría “juvenil”, sino una nueva llamada Sub 20, los federativos del balompié mexicano no hicieron el cambio en las reglas, sino que permitían que tanto clubes como asociaciones locales omitieran abiertamente la edad de los 18 años para el torneo Benito Juárez, por lo que predominaban en este los jugadores pasados de esta edad ( “cachirules” ).
Esta reclasificación de la FIFA de desaparecer la categoría Juvenil 18 y crear la Sub 20, tuvo efectos desastrosos tanto para el sector amateur mexicano, como para las competencias juveniles del país, ya que los jugadores juveniles de 17, 18 y 19 años, quedaban clasificados ahora como Sub 20 y tendrían que competir tanto en fuerzas básicas como en selecciones contra jugadores mas fogueados de hasta 20 años 11 meses que los superaban en muchos aspectos , tanto físicos como técnicos.
El primer efecto negativo de esta medida ocurrió en nuestra casa, en el Mundial Juvenil 1983 realizado en México, cuando a menos de 10 meses para el certamen se armó una nueva Selección Juvenil Sub 20 con jugadores de fuerzas básicas de clubes capitalinos ( UNAM, Necaxa, Cruz Azul) bajo el mando del entrenador de Pumas de la UNAM, Mario Velarde, cepillando a la Selección Juvenil Amateur que venía preparándose con año y medio de anterioridad bajo el mando de Waldemar Wasylevsky, un entrenador polaco, y que había surgido de los jugadores mas destacados del Torneo Benito Juarez.
Entre los cepillados en dicha ocasión estuvo el yucateco José Monjiote Isaac, quien estuvo concentrado casi año y medio con la preselección juvenil, habiendo participado en giras a España y a Francia, lo cual no le valió a el y al resto del grupo amateur, para ser considerados o respetados en el proceso en el que habían participado.
El resultado de la improvisación fué notorio, ya que en el Mundial Juvenil organizado en México, nuestro representativo no pasó de la primera fase, con resultados negativos de 2 derrotas y 1 empate.
( CONTINUARÁ…)
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