El futbol yucateco en los años 50. Quienes jugaban y còmo empezò a cambiar ( 2a parte )

El futbol yucateco acudiò a dos citas nacionales en los años 50; si bien se trajeron malos resultados, se fogueò a una nueva camada de jugadores que consolidarìan al balompìè local a futuro. Este representativo, integrado mayoritariamente por modelistas, acudiò a los Juegos Juveniles del Golfo realizados en Jalapa, Ver en 1957 bajo la direcciòn tècnica del Felipe Sanchez Duarte ( al centro de blanco). 


FIN DEL SISTEMA "W M" Y LLEGA EL 4-2-4. -POCA FORTUNA EN TORNEOS NACIONALES-CARLOS ITURRALDE CAMBIA EL METODO DE ENTRENAMIENTO -LA ESCUELA MODELO REGRESA CON BRILLO A LA 1a FUERZA. -COPA "BALBINO MENA" CON ONCES DEL SURESTE.

Por: Gabriel Zapata Bello 

Para la segunda mitad de los cincuentas el futbol yucateco habìa sentado finalmente sus cimientos en el ambiente deportivo local, ya que ganaba mayores espacios periodísticos asì como tambièn por el hecho de que se incorporaban nuevos sectores de jóvenes practicantes al deporte de las patadas. 

En estos años no solamente jugaban al soccer los estudiantes (Universidad, FEY, Escuela Modelo, Colegio Montejo) y los jóvenes de diversos rumbos meridanos (River Plate, Càmara Junior, Deportivo Peninsular), sino que tambièn habìa oncenas de militares  ( Escuadròn Aereo y 32ª Regiòn Militar), comerciantes ( Talleres Internacional, Perfumerìa Shulton) asì como equipos de seminaristas y futuros sacerdotes (Seminario y Colegio Central).

Si bien habìan colgado los botines en esa època grandes jugadores de la talla de “Pilo” Lara, “Poncho” Zaldìvar, “Manducho” Martìnez y Pedro Gurrutia, entre otros, surgiría en estos años una nueva camada de jugadores locales con talento y condiciones atlèticas, reforzados ahora con mayor técnica, misma que introdujo a los entrenamientos Carlos Iturralde Rivero, quien jugaba sus últimas temporadas con el Necaxa y el Atlante de 1ª división nacional, pero que cada vez que podía se trasladaba a Mèrida, tanto para participar en encuentros amistosos, como para compartir sus adelantos técnicos con los jugadores locales.

Universidad de 1953, parados,  Juan Aguilar, Josè Dorantes, Humberto "Manal" Gamboa, Josè Rodrìguez, Carlos "Chaparro" Rìo y "Polly" Ceballos; abajo, "Pilo" Fernàndez, Camargo, Carlos Canto, "Rex" Escalante y Macario Garcìa. Esta fue de las oncenas mas regulares y competitivas de los cincuentas, sin embargo, sufrirìa tambièn recambios constantes en su plantilla de jugadores.

Destacarìan entonces jugadores como Manuel “Maravilla” Negroe, Humberto “Manal” Gamboa, Antonio “Puma” Castro, Gonzalo “Chalo” Gamboa, asì como a dos verdaderos cracks de la época, el veloz y letal delantero Carlos “Chaparro” Rìo y el talentoso y visionario mediocampista Hèctor “el Chivo” Casellas, siendo estos dos ùltimos quienes aprovecharon al máximo los entrenamientos enfocados en una mayor tècnica con el balòn que impuso Iturralde, a diferencia de los entrenamientos tradicionales basados únicamente en la condición física.

El campeonato estatal se jugaba tanto en categoría máxima –llamada entonces 1ª división-, la 2ª y 3ª fuerzas, como en juveniles e Infantiles, siendo todos los juegos en sábados y domingos, en el campo del Estadio Salvador Alvarado.

Colegio Montejo con Aurelio Velàzquez, Manuel "Loca" Bravo, Jorge Escalante, Ulises Gonzàlez, Gabriel Càceres y Francisco Gea; abajo, Agustìn Canto, carlos Pèrez, Humberto Gamboa, Freddy Villanueva y "Polly" Ceballos. Con esta oncena los montejistas darìan dura pelea por el campeonato.

El torneo 1954-1955 tuvo como campeón al Deportivo Peninsular, quien despuès de una pausa competitiva, habìa retornado a la categoría máxima con un cuadro experimentado, que en las últimas jornadas pudo despegarse de Càmara junior, de Universidad, del Colegio Montejo y del Escuadròn Aèreo para afianzarse en el liderato general. El Deportivo, de larga tradición en el balompìe local, era patrocinado en esta edición por la Tintorerìa España del sr. Moisès Gonzàlez, para continuar la labor que los hermanos Duch habìan realizado con esta oncena una década atrás.

Deportivo Peninsular, campeòn de Liga 1955. de piè, Rafael Combaluzier, Carlos Rìo, "Pilo" Fernàndez, "Manal" Gamboa, Pepe Rodrìguez y "Tirano" Burgos; abajo, Juan Aguilar, Moisès Gonzàlez, Macario Garcìa, "Rex" Escalante y Pedro Càmara. Su entrenador era el infatigable Mario Velàzquez.

En el año de 1955 arribò a nuestros lares, para siempre,  Antonio Herrero Saus, personaje multifacètico que tanto en las canchas como en las tarimas artìsticas, dejò una huella positiva perdurable por sus enseñanzas y dedicaciòn, hacia la juventud de nuestro medio. 

Herrero, quien militò con las fuerzas inferiores de su Barcelona natal, formò los equipos infantiles y juveniles del Colegio Central, del cual surgirìan destacados jugadores de la màxima categorìa local, para que años despuès dirigiera las oncenas el Instituto Tecnològico de Mèrida, el cual con justicia, impusiera su nombre a la cancha de dicha instituciòn.

En mayo de 1955, despuès de ocho años de ausencia, el balompié yucateco retornaba a una competencia nacional, el Torneo Nacional Amateur categoría B, que se realizò en Cuernavaca, Morelos. La AYF mandò a un cuadro basado en el Deportivo Peninsular apuntalado con algunos jugadores de Universidad y de la Modelo (campeón invicto durante dos años consecutivos en 2ª división), sin embargo, el ànimo no fuè suficiente, ya que cayeron en sus tres encuentros y regresaron únicamente con la experiencia de participar.

Abanderamiento de la selecciòn yucateca que acudiò al Torneo Nacional Amateur categorìa B, efectuado en Cuernavaca, Morelos en 1955. El equipo viajò con entusiasmo, pero en la cancha chocò con escuadras mas experimentadas por lo que fuè eliminado en la primera ronda.

No todo fueron malas notas para los yucatecos, ya que destacó en ese campeonato el “Chaparro” Rìo quien anotò 6 de los 9 goles de los yucatecos y quien mereció una nota del prestigiado medio deportivo nacional, La Aficiòn, intitulada: “Carlos Rìo de Yucatàn, es el equipo”.

Rìo, quien iniciò su carrera futbolística con la Escuela Modelo en 1950 y la culminò a fines de los sesentas con el CUM, destacó por su explosivo y veloz juego asì como por su dribling, mismos que le sirvieron para anotar cientos de goles con varias oncenas y seleccionados locales, lo que le mereció ser conocido por los medios locales como “El Acorazado de Bolsillo”, por su letalidad para perforar las metas contrarias.

"El Acorazado de Bolsillo" Carlos Rìo y "El Chivito" Hèctor Casellas jugadores de gran categorìa en el balompiè yucateco de los años 50 y 60. La mayorìa de los goles de sus equipos pasaban por sus botines.

En las siguientes temporadas, la Escuela Modelo recuperarìa sus blasones al obtener el bicampeonato de Liga y de Copa de la màxima categorìa estatal en las temporadas 1956-1957 y 1957-1958. La escuadra estaba integrada por un vigoroso puñado de jóvenes modelistas muy bien conjuntados, pues desde años atrás jugaban en las categorías inferiores, bajo la dirección de Juan N. Cuevas, habiendo incluso ganado de manera invicta el título de 2ª fuerza en los años de 1954 y 1955.

En la campaña 1956-1957, recién ascendida, la Escuela Modelo debutò con par derrotas frente al Escuadròn Aereo y frente al Colegio Montejo, pero se repusieron a partir de entonces con una goleada de 7 a 1 al Deportivo Peninsular y de ahì empezaron una ruta ascendente en el torneo que les valiò coronarse campeones al vencer a la Universidad por 3 a 2.[1]

Escuela Modelo, despues de cuatro años de ausencia en la màxima categorìa, regresarìa con el bicampeonato 1956-1957 y 1957-1958, bajo la direcciòn de Juan N. Cuevas.


La Modelo estaba integrada en esos años por Oswaldo “Satanàs” Cervera, Fernado "Chino" Medina y Raul "Huach" Muñoz en el arco; los defensas Ivan “Flux” Rivero, Enrique Real y Miguel Casellas ; los mediocampistas Ermilo “Chebo” Echeverrìa, Ramiro Casellas, Juan Marrufo, Josè Brito y Enrique “Chicas” Mendoza, y sus atacantes Gonzalo “Chalo” Gamboa, Rafael "Cantinflas" Real, Gonzalo Castaldi, Josè Ocampo y Hèctor Casellas Fitzmaurice. 

En el conjunto albiazul destacaban los tres hermanos Casellas: Ramiro, Miguel y Hèctor, siendo este ùltimo quien tenía la manija de la oncena modelista en la media cancha y en el ataque.

Hèctor Casellas, el mejor jugador modelista de 1954 a 1970 e infaltable en los seleccionados yucatecos en ese perìodo, fuè un jugador adelantado para su época ya que  a pesar de ser nominalmente un atacante, leìa perfectamente los partidos y se retrasaba en las lìneas para convertirse en un volante que iniciaba los ataques de su equipo desde la media cancha, con un manejo impecable del balón, tanto para conducir como para pasar y que con su poderoso disparo de larga distancia diò la mayoría de las victorias al cuadro de Paseo de Montejo durante eso años.

Intercambio de ramos entre las madrinas de Universidad y Escuela Modelo en la inauguraciòn del campeonato 1957-1958; atestiguan, Manolo Andrade, Rubèn Encalada Presidente de AYF, Ernesto Valencia y los màximos cracks del balompìe local durante dos dècadas : el universitario Carlos "Chaparro" Rìo y el modelista Hèctor "el Chivo" Casellas.

A mediados de los cincuentas se daría uno de los principales cambios tácticos en el futbol mundial y que muy pronto se ensayarìa en el ámbito local. Durante varias décadas se jugaba el clásico sistema del W M, es decir, formando a 2 defensas, 3 mediocampistas y 5 atacantes, siendo dos de estos extremos muy abiertos a las bandas; asì se jugò durante casi toda la mitad del siglo XX.

En el Campeonato Panamericano de 1952 realizado en Chile, la selecciòn brasileña sorprendió a los demás contendientes con un sistema 4-2-4 que no sacrificaba el ataque, sino que lo mejoraba a través de las incorporaciones de los 2 defensores laterales que jugaban y atacaban a banda completa ( hoy llamados “carrileros”). [2]

Para 1958 los brasileños ya habìan madurado este sistema que aflorò en definitiva en el Campeonato Mundial de Suecia; bajo la dirección del "Gordo" Vicente Feola y teniendo como punta de lanza a un joven Pelè, los cariocas revolucionaron el juego y obtuvieron la Copa, ya que enfocaron mejor el ataque y acentuaron la libertad de los delanteros al cuidarse mejor la zona defensiva con 4 zagueros. [3]

En los años finales de los cincuentas, las oncenas locales empezaron a ensayar el sistema 4-2-4 en sus esquemas, por lo que los entrenadores de los equipos y representativos yucatecos de esos años como Alfonso Sànchez Tello, Felipe Sànchez Duarte, Juan N. Cuevas, Antonio Herrero y otros, siguieron la propuesta de Carlos Iturralde de sustituir los fatigosos entrenamientos basados en la condición atlètica por los entrenamientos enfocados a una mejor ubicaciòn en el campo, a la posesión y al control del balòn asì como a la precisión al pasar el balòn con pases largos.

En la inauguraciòn del campeonato de 57-58 diò la patada inicial el Prof. Alejandro Aguilar Rosas, ameritado maestro, quien fuera organizador y presidente del primer campeonato estatal de futbol en 1927. Lo acompañan, Manolo Andrade, "Rex" Escalante, Rubèn Encalada, Gonzalo Castaldi Gamboa y Antonio Herrero Saus, enfundado con elegante chaqueta de àrbitro.

En septiembre de 1957 el Gobierno de Veracruz realizò los 1os Juegos Deportivos Juveniles del Golfo, un interesante formato de competición en varias disciplinas al cual asistieron los estados colindantes con la mas grande bahía mexicana, desde Tamaulipas a Yucatàn, incluyendo a Veracruz, Tabasco y Campeche. El profesor Max Molina Fuente, director de educación física del estado y la AYF designaron como seleccionador local a Felipe Sànchez Duarte, un entusiasta atleta y entrenador de futbol de la Escuela Modelo que ademàs era subcampeón nacional de halterofilia en peso gallo.

El evento era para deportistas de 21 años y menores y nuestros futbolistas llevaron una oncena juvenil basada en los campeones modelistas de 1ª división con algunos de sus jugadores de 2ª fuerza para cumplir el requisito de la edad, sin embargo, los otros seleccionados rivales prefirieron llevar equipos altamente competitivos reforzados con jugadores del centro y occidente del país y que tampoco cumplían el rango de edad establecido.

El resultado para los futbolistas yucatecos fuè de 4 derrotas, quedando en 5º y ùltimo lugar, habiendose situado el equipo de Tamaulipas como campeón invicto de dicho encuentro. En otros deportes como el atletismo, el béisbol y el básquet, los yucatecos tuvieron mejor desempeño.[4]

Para ese año 1957 se organizò el primer encuentro o intento de liga interestados a nivel regional del sureste, la Copa Balbino Mena, en la que jugarìan los equipos campeones de los estados de la penìnsula y que fue  impulsada por Carlos Iturralde, quien estaba pròximo a retirarse como jugador profesional.

En sus primeras dos ediciones, 1957 y 1958, que se jugaron en el estadio 20 de Noviembre de la ciudad de Campeche, participaron el Deportivo Campeche, el Deportivo Carmelita, Villahermosa y la Escuela Modelo por Yucatàn.

La Escuela Modelo  representò al futbol local en la "Copa Balbino Mena" celebrada en 1957 y 1958  en Campeche entre equipos peninsulares; posando con el gobernador campechano Lic. Alberto Trueba Urbina de traje albo, en cuclillas, con sudadera oscura de guardameta, quien serìa luego gobernador de Yucatàn, Victor Cervera Pacheco.


Los albiazules modelistas, que a la postre eran los bicampeones yucatecos , reforzaron sus filas con Carlos Canto  del Càmara Junior, con el camelita Justo Curmina, asì como con Jorge Gìo y Vìctor Cervera de Universidad, pero en ambas ediciones quedaron en tercer lugar a pesar de sus triunfos ante Villahermosa y Campeche, sucumbiendo ante el Deportivo Carmelita quien se reforzaba con jugadores capitalinos de 1a divisiòn, quienes desplegaban un nivel tecnico y atletico superior para la categorìa de los equipos sureños amateurs, obteniendo asì el tìtulo en ambas ocasiones.(5)

(CONTINUARA....)

[1] El Futbol modelista..., Novedades de Yucatàn, 23 de julio de 1978, 4ª secc., p.4.

[2] Mera Carrasco, Julio, 4-2-4 y su variante 4-3-3, Editores Mexicanos Unidos, 1962, p.29.

[3] El Gordo redentor, en Revista Panenka, num.98, Barcelona, 2020, p.104.

[4] Diario del Sureste, Brillante actuación de nuestros atletas en Jalapa, 29 de sept. de 1957, p.10.

(5) Diario del Sureste, Resultados del trofeo Balbino Mena, 14 de agosto de 1958, p.10.

 

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